Hola
amigos, hoy quiero compartir esta historia que a continuación presento, porque
me ha llamado a la reflexión en cuanto al manejo de la que cada uno le da
a la Autoestima, cuanto nos valoramos?
Hasta que punto nos dejamos convencer de que no somos tan buenos? Hasta que
punto creemos que las cosas que hacemos no valen casi nada o nada y permitimos
que nos evalúen como unos promedios o mejor dicho del montón (por así
llamarlos)
Todo
en la vida es cuestión de actitud, una actitud positiva va atraer a ti y tu núcleo social grandes satisfacciones, entendiéndose por núcleo social todos los
equipos que tu tengas (familiar, laboral, político, religioso, deportivo). Una
actitud positiva va a influir en el rendimiento, la fidelidad, el respeto de tu
equipo, que son fundamentales para la sana paz de la convivencia. Ahora bien con
una actitud negativa nos enfrentaremos entonces a una Manzana Podrida dentro
del mismo.
Te
invito entonces, a que leas el siguiente Texto:
LA LEY DE LA
MANZANA PODRIDA
La actitud
de una persona influye en todo lo que hace. Determina el modo en que ve el
mundo e interactúa con otros individuos. La actitud de una persona (positiva si
es buena y negativa si es mala) influye en su rendimiento, a pesar del talento,
los antecedentes o las circunstancias.
Una de las
historias más notables que he oído, y que ilustra la ley de la
manzana podrida, vino de la región de la Bahía de San Francisco.
Evidentemente, la directora de un colegio llamó a tres profesores para
informarles acerca de un experimento que el distrito estaría realizando.
«Puesto que ustedes son los mejores profesores en el sistema», les dijo, «vamos
a darles noventa estudiantes seleccionados con elevado coeficiente intelectual.
Este año vamos a dejar que esos alumnos se desarrollen a su ritmo y veremos
cuánto pueden aprender».
El
profesorado y los estudiantes se llenaron de alegría. En el año siguiente tuvieron
una experiencia formidable. Al final del último semestre los estudiantes habían
logrado del 20 al 30% más que cualquier otro grupo de alumnos en la región.
Después de transcurrido el año la directora llamó a los profesores y les dijo:
«Debo hacer una confesión. Tengo que comunicarles que ustedes no tienen noventa
de los alumnos más destacados intelectualmente. Son estudiantes comunes y
corrientes. Tomamos del sistema noventa alumnos al azar y se los entregamos a
ustedes». Los profesores estaban contentos. Si los alumnos eran únicamente del
promedio, eso mostraba que los profesores habían demostrado una habilidad y
experiencia excepcionales. «Debo hacer otra confesión», continuó la directora.
«Ustedes no son los profesores más brillantes. Sus nombres fueron los tres
primeros sacados de un sombrero». Si tanto los estudiantes como los profesores
se habían escogido al azar, entonces ¿qué los hizo tener mayor progreso que
cualquier otro grupo en el sistema? Fue la actitud de los participantes. Puesto
que los profesores y los alumnos esperaban triunfar, aumentaron su potencial para el éxito. La actitud
había hecho toda la diferencia.
Si usted
quiere darle a su equipo la mejor oportunidad de éxito, entonces practique “LA LEY DE LA MANZANA PODRIDA” Cambie
sus manzanas malas por buenas y tendrá una oportunidad, porque LAS MALAS ACTITUDES ARRUINAN AL EQUIPO.
"EL MENSAJE
DEL DÍA"
Cuanto más
auténtico se vuelve uno, cuanto más auténtico es en su expresión,
particularmente acerca de las experiencias personales e incluso de las dudas
sobre sí mismo, tanto más las personas pueden relacionarse con esa expresión, y
a su vez se sienten más seguras para expresarse.
Esa expresión se
vierte sobre el espíritu de la otra persona, y se produce una auténtica empatía
creadora, que origina nuevas comprensiones y aprendizajes, y una sensación de
entusiasmo y aventura que mantiene el proceso en marcha.